«Bajo los fuegos artificiales, me confesé a Kuroneko»

Es junio, y estoy en mi tercer año de bachillerato. El jefe del Club de Investigación del Juegos nos propuso un campamento de investigación para el verano. Al principio, Kuroneko no tenía intención de participar, pero, animada por su padre y su hermana, decidió unirse.

Cuando comenzó el campamento, yo, junto con Kuroneko, charlamos con los hermanos Akagi en el tren bala, presenciamos la puesta de sol en la cubierta del ferry, nos dimos un baño al aire libre, pusimos a prueba nuestro temple y disfrutamos de los fuegos artificiales. Pasamos las mejores vacaciones de verano en una isla remota llena de naturaleza. Durante estos días, conocimos a una chica que se hacía llamar Makishima Haruka. Haruka, que está muy familiarizada en la adivinación y el ocultismo, se llevó bien con Kuroneko y le pidió que le acompañe en una expedición para investigar sobre la Leyenda de Tennyo de la isla.

Durante el transcurso de las vacaciones comenzamos a tener experiencias extrañas.